26/52 ¡Y ahora qué digo!

No solo me he cargado las fotos con las que quería montar mi post de la semana, sino que las pocas que se han salvado en la cámara no me quieren hacer ningún caso. Ahora mismo estoy con un cierto humor de perros; domingo, la hora que es y yo sin saber qué decir. Aunque por decir y contar que no sea... porque lo que son novedades, haberlas, haylas. 

En fin, ya que no puedo contar con imágenes lo que quería, contaré con escuetas palabras la novedad de la semana y del año: me he quedado sin trabajo. Y como no es el momento y la verdad  tampoco tengo ganas de dramatizar, puedo decir que no hay mal que por bien no venga, aunque ese bien no sea económico, que es lo que más me importa del trabajo.

Tras la noticia, un batallón de amigos dándome ánimos, ideas, propuestas, alternativas e incluso, algunos confesando la envidia que les da mi nueva situación de libertad y lo hartos que están de trabajar para vivir ¡con la de cosas interesantes que se pueden hacer!

Es cierto, yo ya tengo una lista enorme con una enorme cantidad de tareas y labores que realizar y llevar a cabo. Eso sí, con el cinturón bien apretado y aprendiendo a vivir con menos, viviremos en casa una nueva situación que espero sea positiva, intentado predicar con el ejemplo.

Momentos de felicidad antes de la noticia.
El siguiente trailer no me lo habían contado.


Cris.